Como dice la Dra. Louann Brizendine todos tenemos conexiones neurológicas femeninas las primeras 8 semanas de vida después de la concepción. Es decir, al nacer todos tenemos circuitos masculinos o femeninos.
En esta imagen podemos ver que en el cerebro masculino resalta una ''burbuja'' en la que aparece escrita la palabra sexo. Por regla general, los hombres, especialmente en época de la adolescencia, piensan mucho en el sexo. Esto no significa que no piensen en otra cosa, pero tienden más a pensar en ello que las mujeres. Los hombres piensan más en sexo porque tienen 20 veces más testosterona (hormona que se encarga de las actividades sexuales en mujeres y hombres).
En el cerebro femenino la ''burbuja'' de mayor tamaño es la relacionada con la ropa. Lo que es lo mismo, cuidarnos y vernos guapas, de ahí mirarnos tanto al espejo. Esto ocurre en la pubertad, cuando las mujeres comienzan la menstruación. Como dije antes, las mujeres tenemos menos niveles de testosterona, lo que significa que las mujeres tienen mayor facilidad para sentirse satisfechas con muestras afectuosas, las caricias o los besos que con el acto de penetración sin ningún significado romántico.
Con respecto al cerebro masculino y femenino pienso que hay muchos estereotipos, como que por ejemplo la mujer se tiene que encargar de hacer la compra, limpiar, hacer la colada, planchar y hacer la comida para el hombre venga de trabajar. En mi familia, trabajan tanto mi madre como mi padre y esto no ocurre ya que se reparten las tareas.
Otro ejemplo es un simple color. Ya que a un recién nacido se le identifica su sexo si el chupete es azul o rosa. O que los niños tiene que jugar con coches y las niñas con muñecas o a las cocinitas.
Como digo son ESTEREOTIPOS y no siempre se cumplen. Desde mi experiencia puedo decir que yo de pequeña he jugado con coches y actualmente me apasionan las motos y el fútbol, y no por ello me considero masculina. A la par que me gusta arreglarme para verme guapa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario